Tras seis largos años de desarrollo llega a las tiendas la esperada decimotercera entrega de Final Fantasy. Square Enix tenía un difícil trabajo, renovar una saga cada vez más anclada en viejas dinámicas sin defraudar a los innumerables fans, poco amigos de los cambios bruscos. El resultado se ha quedado a medio camino.
Final Fantasy es la tercera franquicia más vendida de la historia de los videojuegos —92 millones de copias en sus 20 años de historia— y una de las que más pasiones levanta. En Japón se vendieron un millón de copias del juego el mismo día de su salida. Es por ello que hacer una crítica del juego siempre es difícil. Para empezar, no se le puede exigir lo mismo que al resto de títulos. La sombra de sus predecesores es tan alargada que las comparaciones son inevitables. Pese a esto, Square Enix partía de una premisa clara: renovar una saga atascada en dinámicas del pasado. Final Fantasy se había convertido en una saga inaccesible para los no iniciados, con una jugabilidad compleja y arcaica, venerada por sus seguidores, pero incapaz de atraer a nuevos jugadores. En esta nueva entrega se ha intentado simplificar el juego, dotándolo de una dinámica lineal y más sencilla, que al final ha acabado siendo la mayor pega del título.
La historia
El argumento de Final Fantasy XIII es lo más trabajado del juego, tanto que centra toda la dinámica del mismo. Estamos ante un relato complejo, digno de cualquier superproducción de Hollywood, con cientos de cinemáticas, y un historia épica al más puro estilo Final Fantasy, con más de 50 horas de juego. Conoceremos el nuevo mundo de Final Fantasy a través de seis personajes principales, que son los que iremos manejando a lo largo del juego. La trama evoluciona siempre desde la vista del personaje que manejemos en cada momento, es por ello por lo que la información la vamos recibiendo con cuenta gotas a medida que avanzamos en la aventura.
El combate
Aunque en Final Fantasy XII ya se hicieron esfuerzos en este sentido es esta entrega la que ha logrado desarrollar satisfactoriamente un nuevo sistema de combate más acorde a los nuevos tiempos. Atrás quedó el combate por turnos que resulta demasiado arcaico para un videojuego actual. Pese a esto no se quería renunciar al componente estratégico marca de la casa. En este juego se inaugura lo que la gente de Square Enix ha llamado “Batallla en Tiempo Continuo”, una nueva vuelta de tuerca al, ya explorado en otros títulos, sistema híbrido entre los turnos tradicionales y la acción en tiempo real. Si bien el juego falla en otros aspectos se puede decir que el sistema de combate es uno de los mejores de todos los que ha conocido la franquicia. Es a la vez divertido y asequible, pro complejo. No resulta igual de satisfactorio el sistema de invocaciones, una de las señas de identidad de la saga, que ha sido muy criticado por todos los jugadores que ya han probado el juego en Japón. Pese a su espectacularidad las invocaciones de este juego no sirven para nada, pues no están bien implementadas en el sistema de combate y son poco más que anecdóticas.
Gráficos y sonido
A nivel técnico Final Fantasy XII cumple todo lo que se puede pedir a un título de estas características. El nuevo motor gráfico, The Crystal Tools, es simplemente impresionante. y la gigantesca inversión ha merecido la pena. Tampoco se queda atrás el apartado sonoro, con una partitura de Masashi Hamauzu, que da nuevos matices al estilo musical de la saga. Aunque el doblaje de los personajes está únicamente en inglés todo el juego está subtitulado en castellano.
Sensación agridulce
El listón era muy alto y difícil de batir y Final Fantasy XIII no lo ha logrado. Técnicamente es increíble, el sistema de combate funciona a las mil maravillas, y la historia es vibrante y compleja, pero al final el juego acaba aburriendo. El desarrollo de la aventura es demasiado lineal, apenas hay misiones secundarias, y quizás por intentar simplificar, el título se ha caído en la monotonía. Está claro que Final Fantasy necesitaba evolucionar, y en ese sentido esta decimotercera entrega marca ciertas pautas interesantes, pero el conjunto se ha quedado cojo. No se puede decir que Final Fantasy sea un mal juego, pero no tiene el nivel que se le puede exigir a la saga. En los foros se comenta que esto es sólo una película de 60 horas. Es exagerado, pero a veces el juego da esa sensación.
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