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Llevábamos tiempo con los estándares "a", "b" y "g" que ofrecían velocidades de 2 Mbps, 11 Mbps y 54 Mbps respectivamente, así que por fin se ha aprobado el nuevo estádar para redes Wi-Fi, y esta vez la velocidad ha aumentado en gran medida: hasta 200 Mbps.


Un aviso para navegantes: como siempre, conviene establecer diferencias. No es lo mismo Mbps que MBps, ya que en el primer caso hablamos de bits y en el segundo de bite. Un bit es un 0 o un 1, y al conjunto de ocho ceros u ocho unos o ambos a la vez se le llama byte. Es importante recordarlo porque es mucho más 1 Megabite que 1 Megabit, de hecho las empresas se escudan muchas veces en ofrecer productos de Megabits como si fuesen Megabites. De ahí la B mayúscula y la b minúscula, para diferenciar entre unidades.

Pues bien, el nuevo estándar de Wi-Fi aprobado llega, teóricamente, hasta los 300 Mbps, y se le llama 802.11n, o "conectividad WiFi N". Tras esta aprobación, el estándar queda prácticamente como en los últimos borradores presentados para la tecnlogía, por lo que los equipos que ya hay en el mercado serán plenamente compatibles y podrán usarse sin mayores problemas con sólo una actualización de su firmware.

La novedad más destacable que aportará este nuevo estándar respecto a los anteriores es la velocidad, que haciendo uso de diversas técnicas podrá conseguir velocidades de transmisión reales de unos 150 Mbps con picos de hasta 200 Mbps.

La publicación del estándar se espera para el mes de octubre. Se puede encontrar más información en la página oficial IEEE (IEEE corresponde a las siglas de The Institute of Electrical and Electronics Engineers, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, una asociación técnico-profesional mundial dedicada a la estandarización, entre otras cosas).